El Perú es un país multicultural, es un país líder de la gastronomía mundial, un país con más recursos naturales, minerales e ictiológicos, país con la mayor cantidad de nichos ecológicos existentes en el mundo entero, lo que hace posible ostentar una gran diversidad biológica y de avifauna.
Así mismo, las tradiciones, costumbres y creencias de la población peruana son variadas de acuerdo a la idiosincrasia de cada región, la mayor parte de los peruanos practican la religión católica y muchos de ellos también mantienen la religión Andina, como el pilar de sus creencias y su estilo de vida que data de épocas ancestrales, equilibrando de esta manera la relación existente entre la tolerancia y aceptación del choque de dos mundos.
La Navidad, es una de las fiestas religiosas más importantes de la fe católica, cuya celebración en diferentes regiones y ciudades del país se caracterizan por sus elementos propios introducidos como, por ejemplo:
EN LIMA, los días previos a la Navidad son un festín de celebraciones y verbenas en los parques de la ciudad, los coros de niños y adultos entonan villancicos, mientras el comercio local se intensifica, las tiendas son decoradas con elementos navideños cuyas luces iluminan toda la urbe; una costumbre peculiar en la celebración de “La Noche Buena” el 24 de diciembre, es el compartir de la cena, con pavo, tamales e intercambio de regalos, todo esto con música alegre navideña que llenan de amor los hogares peruanos.
EN AYACUCHO, las celebraciones son muy conocidas por su “Fiesta de Luces”, algunas calles se iluminan con farolitos de papel y velas, se realizan representaciones teatrales al aire libre que narran historias de Navidad, uniendo a las familias en un espíritu festivo; la festividad se vive con artesanías, danzas y una magnífica bajada de Reyes, destacando la riqueza cultural en la Sierra del Perú, lo más resaltante en la celebración de Navidad en Ayacucho, son: la música navideña con los sonidos de arpas, violines y quenas, así como la decoración de pesebres de paja andina y figuras de arcilla en casas y calles.
En Arequipa, La Plaza de Armas y la Catedral lucen impresionantes con luces y adornos navideños, se puede disfrutar de un paseo nocturno en la campiña Arequipeña y contemplar el majestuoso volcán Misti iluminado por la luna.
EN CUSCO, cada 23 y 24 de diciembre, la Plaza Mayor muestra toda la riqueza cultural y religiosa de la ciudad, celebrando en vísperas a la navidad, la famosa feria tradicional llamada “el Santurantikuy”, el vocablo es una combinación del idioma español y quechua que significa «Venta de Santos». En esta feria se pueden encontrar nacimientos, figuras religiosas andinas, arte popular, inciensos y demás ornamentos andinos, el visitante puede observar, así como ser parte de los rituales andinos y prácticas cristianas; elementos culturales materiales e inmateriales que son una joya a nivel internacional y el sello de nuestra ciudad.
La ciudad del Cusco, ostenta un patrimonio histórico insuperable y una belleza natural inigualable, se erige como un destino de mayor encanto durante la temporada navideña, ofreciendo un espacio donde el pasado y el presente se entrecruzan para conmemorar la paz, la unión familiar y la esperanza que emanan de la festividad.
El Santurantikuy o la feria de venta de Santos, persiste como un bastión de la cultura regional desde el siglo XVI. Esta histórica feria, declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 22 de septiembre de 2009, es una exquisita manifestación de la confluencia cultural andina y católica, renombrada por sus figuras de santos y la icónica imagen del ‘Niño Manuelito’. No solo se encuentran obras de arte religioso, sino que también cobran vida los sabores de la región con la oferta de su gastronomía típica como los anticuchos de carne, pollo y corazón de vaca, los dulces de la región, el panetón navideño y la invitación a saborear el popular “ponche de habas y/o almendras”, una bebida representativa de la calidez cusqueña.
La feria atrae a multitudes, desde compradores hasta espectadores curiosos; todos se sumergen en la efervescencia cultural que se extiende durante toda la jornada, entre el bullicio diurno y la magia nocturna, congregando a cientos de artesanos de múltiples regiones que ofertan sus bellos y coloridos trabajos como los famosos “Niños Manuelitos” típicos trabajos en cerámica o yeso que representan al niño Jesús con estilo Cusqueño, junto a este bello trabajo de arte, también se puede mencionar a los ”toritos de Pucará” elemento hispano de gran simbología para la cultura occidental y adoptada por la andina como íconos del arte popular peruano; otro elemento que se agregan son las famosas ”ilusiones o amuletos”, pequeños ornamentos hechos de lana, madera, piedra o yeso que capturan los anhelos y sueños de la comunidad, son muy apreciadas para quienes los reciben como regalos de buena suerte y prosperidad.
EN PUNO, la Navidad se recibe con la gran “Feria de Niños” o el “Wawaqhatu”, en esta actividad se puede apreciar un árbol navideño gigante muy bien iluminado, el nacimiento elaborado con la totora del lago Titicaca, también la representación del nacimiento del niño Jesús en su pesebre hecho de la misma fibra vegetal de la totora, la vestimenta y demás ornamentos de la virgen María y San José, fabricados con materiales originarios de la región; la feria es muy pintoresca donde se encuentra una gran variedad de nacimientos decorados, fabricados con distintas técnicas de la región.
